Los Asesinos Secretos De La Biblia - Documentales Prohibidos
- El DoQmentalista
- 4 dic 2023
- 7 Min. de lectura
¿Sabias que la biblia esta plagada de asesinatos?
Tal vez creas que la biblia es un libro muy bonito, pero, ¿y si te dijera que incluso algunos de los personajes más queridos por Dios en este libro, en realidad, fueron unos grandes pecadores y asesinos?
La biblia esconde muchos mensajes, algunos de ellos hermosos, como los que te dicen en misa, otros con lecciones de vida, como los que te cuenta el pastor, pero, ¿quien va a contarte los secretos más oscuros?...
Pues yo, porque, Yo Soy el DoQmentalista y Esto es: Los Asesinos Secretos De La Biblia
1. David: El Rey y el Guerrero en la Sombra.
El Rey David, ese personaje bíblico tan venerado y reconocido como un rey justo y guerrero valiente, ¿Sabías que fue un asesino?, narrado en el Segundo Libro de Samuel, capítulos 11 y 12. La misma biblia nos enseña cómo la vida de del Rey David esta manchada por una faceta sombría.
El relato inicia con El Rey David en la cumbre de su poder, contemplando desde su palacio a Betsabé, la esposa de Urías el hitita, un soldado leal del ejercito del Rey. Consumido por el deseo, El Rey David sucumbe a la tentación y entabla un romance con ella, lo cual llevó al embarazo de Betsabé. Este embarazo era malo para la reputación del Rey David, quien debia mantener una imagen pulcra y libre de un pecado como este.
Asi es que, en un intento desesperado por ocultar sus actos, David urdió un plan maquiavélico. Llamó al esposo de Betsabé, Urías, quien estaba en la batalla, EL Rey David esperaba que Urías pasara la noche con su esposa y de esta manera disfrazar la paternidad del hijo por nacer. Sin embargo, con lo que el Rey no contaba, era con que Urías, leal a sus compañeros soldados, se niegó a disfrutar de los placeres del hogar mientras sus compañeros estuvieran luchando en el campo de batalla.
Ante el fracaso de su plan, David recurrió a otra estrategia aún más siniestra. En una carta sellada, enviada por la misma mano de Urías, ordena a su comandante Joab que coloque a Urías en la primera línea del combate más feroz y luego se retire de él, dejándolo expuesto y sin defensa. Este acto de traición resultó en la muerte inevitable del esposo de betsabé, Urías, un sacrificio en el altar del deseo y la ambición del Rey David.

2. Saúl: Celos y Paranoia en el Trono de Israel.
Saúl, recordado como el primer rey de Israel, ostenta una historia marcada por la obsesión y la locura. Su historia es un viaje desde la gloria hasta la perdición, impulsado por celos incontrolables y paranoia desmedida.
La existencia de Saúl se va al carajo luego de que David, en aquel tiempo un joven pastor y guerrero, entra en escena. Después de la conocida victoria de David sobre Goliat, su fama crece, y con ella, los celos enfermizos de Saúl. El rey, consumido por la envidia, percibe en David no solo una amenaza para su trono, sino también para su legado.
Esta paranoia se intensifica hasta el punto de convertir a Saúl en un perseguidor implacable. El rey, una vez venerado, se obsesiona con la idea de eliminar a David. Las Escrituras detallan múltiples intentos de Saúl por acabar con la vida de David, desde arrojarle una lanza durante un momento de ira hasta organizar emboscadas y persecuciones.
La tragedia de Saúl se agudiza cuando recurre a la brujería, buscando consejo en la Bruja de Endor, desafiando así las leyes y creencias de su propio reino. Este acto simboliza su caída definitiva, tanto espiritual como moral.
3. Jefté: El Voto Fatal y el Sacrificio de un Padre.
Jefté, fue un gran guerrero y líder en la historia bíblica, pero también es quien protagoniza uno de los episodios más desgarradores y controversiales del Libro de los Jueces.
Su historia comienza como la de un héroe. Asumiendo el liderazgo de Israel en un tiempo de crisis, Jefté se enfrenta a los amonitas, buscando liberar a su pueblo del yugo enemigo. Antes de la batalla, hace un voto a Dios: si logra la victoria, ofrecerá como holocausto a la primera persona que salga de su casa a recibirlo.
La victoria de Jefté sobre los amonitas es aplastante, un triunfo que debería haber sido un momento de júbilo y celebración. Sin embargo, el regreso a casa se convierte en una escena de horror. La primera en salir al encuentro de Jefté es su propia hija, única hija, una joven llena de vida y esperanza.
La desolación se apodera de Jefté. Atrapado por su promesa a Dios y las normas de su tiempo, se enfrentó a una decisión impensable. La Biblia nos cuenta que efectivamente, Jefté llevó a cabo el cumplimiento de su aterrador voto: Jefté sacrificó a su única hija. Este acto, que mezcla la devoción y la tragedia, ha sido objeto de debate y reflexión a lo largo de los siglos.
¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por nuestras creencias y promesas?
¿y tú, sacrificarías a tu propia hija?

4. Herodes el Grande: La Masacre en Busca del Mesías
Herodes el Grande, uno de los nombres que evocan mayor sentimiento de terror en las historias bíblicas, resulta que es el protagonista de uno de los actos más crueles que podemos encontrar en el Nuevo Testamento. Este rey, conocido tanto por su astucia política como por su despiadada brutalidad, se ve envuelto en una historia de miedo y sangre en su intento de retener su maldito y asqueroso poder.
Es en el libro de Mateo, donde se relata la llegada de los Magos del Oriente a Jerusalén. Buscaban al "Rey de los Judíos" recién nacido, creyendo en la profecía de un Mesías. Herodes, alarmado y consumido por el temor de perder su trono, comenzó a crear un plan siniestro.
Cuando los Magos, advertidos en sueños, no regresan a informarle sobre el paradero del niño, Herodes recurre a una medida extrema. Ordena la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores. Este evento, conocido como la "Matanza de los Inocentes", es un episodio de violencia y dolor, un acto que manchó para siempre el legado de Herodes.
5. Faraón de Egipto: El Edicto de Muerte y el Temor al Futuro
El Faraón de Egipto, Su nombre se asocia con la tiranía y el miedo a la pérdida del control, elementos que lo llevan a cometer una atrocidad contra los más indefensos.
En el Libro del Éxodo, se describe un Egipto donde los israelitas, una vez residentes bienvenidos, se convierten en una población creciente y amenazante a los ojos del Faraón. Temiendo que su número y fortaleza pudieran convertirse en un peligro para su reino, el Faraón toma una decisión drástica y despiadada.
Ordena el asesinato de todos los recién nacidos hebreos varones, un edicto que buscaba frenar el crecimiento de los israelitas y asegurar su dominio continuo sobre ellos. Esta orden pone en marcha una cadena de eventos que marcan no solo la historia de Egipto sino también la del pueblo hebreo.

6. Jezabel: Ambición Desmedida y el Asesinato de Nabot
Jezabel, una figura que ha trascendido las páginas de la Biblia para convertirse en sinónimo de maldad y manipulación, juega un papel central en uno de los relatos más oscuros del Primer Libro de los Reyes. Su historia es un entramado de ambición, engaño y asesinato, marcando su reinado y su memoria con un legado tenebroso.
Casada con Acab, rey de Israel, Jezabel no solo ejerce influencia sobre su esposo, sino que también impone sus propias creencias, promoviendo la adoración a Baal y enfrentándose a los profetas de Yahvé. Su carácter y acciones desafían las normas y expectativas de su tiempo, especialmente en el caso del asesinato de Nabot.
La historia se centra en una viña propiedad de Nabot, colindante con el palacio de Acab. El rey, deseando la viña para convertirla en un jardín, ofrece comprarla o intercambiarla, pero Nabot se niega, apegándose a su derecho ancestral. Acab, frustrado y abatido, se retira a sus aposentos.
Aquí es donde Jezabel entra en escena con un plan maquiavélico. Viendo la tristeza de Acab, toma la situación en sus manos. Orquesta una conspiración que condena a Nabot a muerte bajo falsas acusaciones de blasfemia y traición. Con Nabot fuera del camino, la viña pasa a manos del rey.
7. Joab: El General Implacable y su Sendero de Sangre
Joab, Conocido como el comandante del ejército del rey David, su legado se ve marcado por actos de lealtad, astucia y una brutalidad despiadada, particularmente evidente en los asesinatos de Abner y Amasa.
Abner, el comandante del ejército del reino rival de Israel bajo el reinado de Saúl, luego de una serie de conflictos, busca la reconciliación con David, buscando unir los reinos de Israel y Judá. Sin embargo, esta iniciativa de paz no es bien recibida por Joab. Viendo en Abner no solo un rival sino también una amenaza a su posición, Joab actúa movido por una mezcla de venganza personal y cálculo político.
En una escena que revela tanto su astucia como su falta de escrúpulos, Joab invita a Abner a una reunión bajo la pretensión de dialogar. Sin embargo, aprovechando un momento a solas, Joab lo asesina, vengando la muerte de su hermano Asael y eliminando a un potencial rival.
Similar es el destino de Amasa, primo de Joab y quien, por un breve periodo, reemplaza a Joab como comandante del ejército bajo el reinado de David. En un giro de eventos, David, en un intento de aplacar las tensiones internas, restituye a Joab en su puesto, pero la rivalidad entre ambos hombres permanece. Joab, en un encuentro con Amasa, finge un saludo amistoso pero rápidamente lo asesina, consolidando su poder y demostrando una vez más su habilidad para la traición y el asesinato.

8. Caín: Celos Fraternales y el Primer Asesinato
Caín, reconocido en la Biblia como el primer asesino de la historia, su historia, contada en el libro del Génesis, es un episodio fundacional que explora temas como la envidia, la ira y las consecuencias devastadoras de la violencia.
Caín y Abel, hijos de Adán y Eva, representan dos modos de vida: Caín es agricultor y Abel es pastor. Ambos hermanos presentan ofrendas a Dios, pero mientras la de Abel es aceptada con beneplácito, la de Caín no recibe la misma aprobación divina. Este rechazo despierta en Caín una mezcla de envidia y rabia hacia su hermano.
Los celos consumen a Caín hasta el punto de llevarlo a un acto impensable. En un momento de ira incontenible, Caín lleva a Abel al campo y allí lo mata. Este acto de fraticidio marca un antes y un después en la narrativa bíblica, siendo la primera vez que la muerte y el asesinato entran en escena.
La respuesta divina a este acto es inmediata. Dios confronta a Caín, quien en su tormento y negación, pronuncia la famosa frase: "¿Soy acaso el guardián de mi hermano?" La condena para Caín es severa: es desterrado, condenado a vagar lejos de su tierra y su familia, llevando consigo la marca de su crimen.
Con Caín, cerramos este viaje a través de las historias de asesinato y violencia en la Biblia, un recorrido que revela las facetas más sombrías de la condición humana y los dilemas morales que han acompañado a la humanidad desde sus orígenes.
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